miércoles, 23 de abril de 2008
Camino a otro lugar
Cuando cumplimos años suele haber gente-familiares, amigos-que se solazan felicitándonos por la efeméride. Te mandan un mensaje, te espetan el típico "felicidades" o se las arreglan para tirarte amargamente de las orejas sonriendo cínicamente. También los hay que-materialistas ellos-te sorprenden con una camiseta, un abalorio o cualquier otro objeto a los que te apuraras conscientemente de mostrar tu interés días atrás. Sin embargo, creo humildemente que así que se cumplen los veinte años el espéctaculo anual se vuelve algo así como anacrónico: parece como que hubiéramos echado el ancla en los felices años de la infancia. Una vez que asomas la cabeza por encima de la veintena sólo te queda seguir lo de "vive de tus padres mientras no puedas vivir de tus hijos" o ponerte las pilas y ganarte un sueldo digno con el sudor de tu frente. Lo primero es bastante difícil, no por los padres, sino por los hijos, que no creo que sean más trabajadores que los de mi generación y estén dispuestos a tirar de sus progenitores. Eso es un sueño. Por lo tanto, lo que nos queda es hincar los codos y sacar algo de provecho de ello, tanto más difícil, o ponernos ya directamente a trabajar en lo que salga. En fin, que tanto rodeo para acabar diciendo que lo de celebrar los cumpleaños es más bien una complacencia de aquellos que te felicitan, que piensan para sí "jódete cabrón que los años pasan para todos".
martes, 15 de abril de 2008
Homenaje a Cataluña(fragmento) de George Orwell
"Los extranjeros que servían en la milicia empleaban su primera semana en amar a los españoles y en exasperarse ante algunas de sus características. En el frente, mi propia exasperación alcanzó algunas veces el nivel de la furia. Los españoles son buenos para muchas cosas, pero no para hacer la guerra. Los extranjeros se sienten consternados por igual ante su ineficacia, sobre todo ante su enloquecedora impuntualidad. La única palabra española que ningún extranjero puede dejar de aprender es mañana. Toda vez que resulta humanamente posible, los asuntos de hoy se postergan para mañana; sobre eso, incluso los españoles hacen bromas. Nada en España, desde una comida hasta una batalla, tiene lugar a la hora señalada.[...] En teoría, admiro a los españoles por no compartir la neurosis del tiempo, típica de los hombres del norte; pero, por desgracia, ocurre que yo mismo la comparto"
"Homenaje a Cataluña" es una obra del larguirucho de seudónimo George Orwell, quien conoció de primera mano las miserias internas de aquellos que lucharon contra las tropas franquistas. Si fuera obligatoria su lectura, nadie en su sano juicio aceptaría que en la televisión, un día sí y otro también, se hablara de la guerra civil como el enfrentamiento entre la democracia y la dictadura. Fue algo más que eso, y creo que los españoles tendríamos que estar orgullosos de haber soñado fervientemente con una sociedad ideal.
domingo, 6 de abril de 2008
La sanidad en Betanzos
En Betanzos tenemos un ambulatorio encomiablemente arquetípico; cualquier hijo de vecino que enferme tiene que soportar la lentitud endémica que impera en la totalidad del sistema sanitario español. Sin embargo, la localidad brigantina gana a la totalidad hispánica en ineptitud y dejadez. Lo que se llama "Urgencias" es en realidad un habitáculo de médicos impostados que se encuentran tres cuartas partes de su horario laboral acodados en el mostrador de información charlando animadamente. Lo sé porque lo sufrí en mis propias carnes hace ahora una semana. Pero eso dista mucho de ser lo más vergonzoso. Cuál fue mi sorpresa cuando una "enfermera" de las que ganaron su empleo en una tómbola me aseguró que tenía una fractura y que tenía que ir al Juan Canalejo para que me escayolaran el miembro afectado. Y yo me pregunto, ¿qué aprende ésta gente en la facultad, si por casualidad han pasado por allí?
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